Muchos relojes antiguos, sobre todo los fabricados antes de la década de 1960, utilizaban materiales radiactivos en su pintura luminosa para que las agujas y los números brillaran en la oscuridad. Si ha redescubierto recientemente un reloj antiguo que llevaba décadas guardado en un cajón, tal vez se pregunte: ¿es peligroso? Veamos lo que debe saber.

Empecemos por decir que NO somos expertos en ciencia nuclear y, desde luego, no tenemos formación médica. Sin embargo, vamos a sumergirnos en esto.

1. ¿Qué es el "Lume radiactivo"?

Antes de las modernas pinturas fotoluminiscentes y de tritio, los relojeros utilizaban radio 226 mezclado con sulfuro de zinc. La radiación del radio hacía que el sulfuro de zinc brillara continuamente.
Mientras que la luz se desvanece con el tiempo al descomponerse el fósforo, el radio permanece radiactivo prácticamente para siempre: su vida media es de unos 1.600 años.

En la década de 1960, la mayoría de los fabricantes cambiaron al tritio (H-3), que es mucho menos peligroso y tiene una vida media de 12,3 años. Los relojes actuales utilizan compuestos luminosos no radiactivos como Super-LumiNova.

2. ¿Es peligroso tener uno?

Si el reloj ha estado intacto y sellado, el simple hecho de poseerlo o estar cerca de él no suele suponer un riesgo para la salud. La principal preocupación es la ingestión o inhalación de la pintura luminosa, no la radiación que escapa de la caja del reloj.

Tenerlo en su mesilla de noche durante 25 años es poco probable que le haya expuesto a niveles nocivos de radiación. El radio emite partículas alfa, que no pueden penetrar el cristal ni siquiera unos centímetros de aire. A menos que la pintura se estuviera descascarillando y usted la manipulara o respirara con regularidad, su exposición sería insignificante.

Sin embargo, si el reloj tiene el cristal agrietado, las manecillas sueltas o polvo visible, tenga cuidado.

3. ¿Y si tocas el polvo Lume?

Si crees que te has manchado las manos con el antiguo polvo luminoso:

  • No se asuste: un breve contacto con la piel supone un riesgo mínimo.
  • Lávese bien las manos con agua tibia y jabón.
  • Evite tocarse la cara, la boca o los ojos hasta después de lavarse.
  • No sople ni cepille el polvo, ya que podría ser transportado por el aire.
  • Si el polvo puede haber llegado a las superficies, límpielas suavemente con una toalla de papel húmeda y deséchelo en una bolsa de plástico sellada.

Si ha inhalado o ingerido polvo accidentalmente (por ejemplo, si estaba limpiando el reloj y ha visto partículas visibles), póngase en contacto con las autoridades sanitarias locales o con una oficina de seguridad radiológica para que le asesoren; ellos podrán evaluar si es necesario realizar alguna prueba.

4. Cómo manipular y guardar el reloj de forma segura

No abra la caja ni raspe la esfera o las manecillas. Esto libera partículas.

Guárdelo en una bolsa de plástico cerrada o en un pequeño recipiente hermético si el lume se está deteriorando.

Guárdelo lejos de las zonas habitadas: en un garaje, un cobertizo o un armario.

Etiquételo claramente como que contiene lumen de radio.

Si es coleccionista, puede que le interese obtener una lectura del contador Geiger por curiosidad, pero tenga en cuenta que incluso las lecturas leves no implican necesariamente peligro si el lume está sellado.

5. Qué hacer si quiere deshacerse de él

No tire el reloj a la basura ni al contenedor de reciclaje.
Póngase en contacto con la autoridad local de seguridad radiológica o con el programa de eliminación de residuos peligrosos. Muchas regiones cuentan con instalaciones que aceptan pequeños artefactos radiactivos como esferas de radio de forma segura y discreta.

6. Reflexiones finales

Los relojes antiguos con esfera de radio son piezas fascinantes de la historia de la relojería y, en su mayoría, presentan poco riesgo si no se alteran. El peligro proviene de los daños, el polvo o la restauración por parte de bricolaje, no de la propiedad pasiva.

Si el suyo ha estado guardado tranquilamente en un cajón durante 25 años, no le ha hecho ningún daño. Trátelo con respeto: no manipule el lume, manténgalo sellado y manipúlelo con cuidado. Con estas precauciones, podrá conservar de forma segura un pequeño fragmento del brillante pasado.